Publicado en la revista "Por Cuenta Propia" de Azuqueca de Henares en septiembre de 2007.
En el año 1964 el antropólogo y arqueólogo francés André Leroi-Gourhan creó el concepto científico de Cadena Operativa (chaîne opératoire) aplicada a la tecnología lítica prehistórica. Lo definió como el conjunto de pasos encadenados que se dan en la producción de artefactos líticos, desde la recogida de la materia prima en los lugares donde abunda el material, hasta su abandono, pasando por las diferentes fases de fabricación (generalmente la talla), de su utilización y de su reconstrucción. Con la Cadena Operativa Leroi-Gourhan no solo revolucionó la manera de entender el proceso que trae como consecuencia la fabricación del industrial lítico, sino que demostró que las sociedades prehistóricas eran sociedades estrictamente organizadas, aportando con sus investigaciones los criterios necesarios que necesitaba la Prehistoria, como ciencia, para quitarse de encima el estereotipo de barbarie relacionado con los individuos pertenecientes a las sociedades paleolíticas. Tras Leroi-Gourhan ningún prehistoriador pondrá en duda la capacidad que las tribus de cazadores-recolectores poseían para organizar su clan, repartiendo las diferentes actividades económicas entre sus miembros y estableciendo así sociedades mucho más complejas de lo que se pensaba. Posiblemente una de las actividades más importantes que llevaban a cabo era la extracción del mineral o materia prima necesaria para la fabricación de utensilios. En este sentido no es extraño que allí donde abundaran materiales como el sílex o el pedernal, se formaran verdaderas minas que, aunque superficiales, obligaran ya a tener in situ un asentamiento estacional que cobijara el aparato logístico indispensable para el desarrollo del proceso de extracción.
Situada a unos 7 kms de Lupiana, en el curso de la carretera que parte de la N-320 dirección Valdeavellano, justo en el espolón donde comienza la meseta de Las Majadillas, se divisa el paraje denominado El Castillo, una gran muela o alcarria amesatada que controla la confluencia de los ríos Ungría y Matayeguas. A lo ancho de sus laderas se abren numerosas grietas que han servido a los pastores hasta hace muy poco de refugio para sus ganados, pero que en épocas prehistóricas han debido ser explotadas para la obtención de sílex, mineral del que aun podemos encontrar restos por toda la zona. En ambas vertientes del Castillo se han documentado piezas de talla y numerosos fragmentos de cerámica, algunos de ellos con decoración campaniforme, que nos permiten pensar en la existencia de un poblamiento estacional en época paleolítica, que se prolongaría en el tiempo con toda certeza hasta el Calcolítico y Edad del Bronce. Precisamente muy cerca de allí, ya en el término municipal de Horche, se encuentra la Cueva de La Galiana, concavidad donde se han encontrado restos de cerámicas hechas a mano que demuestran la ocupación de estos parajes por grupos humanos pertenecientes al Bronce Pleno.
Es una verdadera maravilla poder contemplar con nuestros ojos una mina de sílex prehistórica. Y no solo eso, sino que la abundancia que encontramos de este material al visitar el entorno del Castillo nos conduce a la propia práctica de su talla, buscando similitudes, paralelismos o simplemente las sensaciones que experimentaban nuestros antepasados al fabricar las herramientas con sus propias manos. Lector, si no ha tenido ocasión de intentar tallar un canto de sílex, le recomiendo que lo haga, aunque sea por pura actividad lúdica con sus hijos. Verá como no es nada sencillo sacar del núcleo de mineral ni tan siquiera una pequeña lasca, para luego poder planificar un bosquejo de raedera, raspador o punta. ¡Qué nuestros antepasados prehistóricos vivían en un estado de barbarie! Por favor no olvidemos jamás que “somos enanos alzados sobre hombros de gigantes”.
En el año 1964 el antropólogo y arqueólogo francés André Leroi-Gourhan creó el concepto científico de Cadena Operativa (chaîne opératoire) aplicada a la tecnología lítica prehistórica. Lo definió como el conjunto de pasos encadenados que se dan en la producción de artefactos líticos, desde la recogida de la materia prima en los lugares donde abunda el material, hasta su abandono, pasando por las diferentes fases de fabricación (generalmente la talla), de su utilización y de su reconstrucción. Con la Cadena Operativa Leroi-Gourhan no solo revolucionó la manera de entender el proceso que trae como consecuencia la fabricación del industrial lítico, sino que demostró que las sociedades prehistóricas eran sociedades estrictamente organizadas, aportando con sus investigaciones los criterios necesarios que necesitaba la Prehistoria, como ciencia, para quitarse de encima el estereotipo de barbarie relacionado con los individuos pertenecientes a las sociedades paleolíticas. Tras Leroi-Gourhan ningún prehistoriador pondrá en duda la capacidad que las tribus de cazadores-recolectores poseían para organizar su clan, repartiendo las diferentes actividades económicas entre sus miembros y estableciendo así sociedades mucho más complejas de lo que se pensaba. Posiblemente una de las actividades más importantes que llevaban a cabo era la extracción del mineral o materia prima necesaria para la fabricación de utensilios. En este sentido no es extraño que allí donde abundaran materiales como el sílex o el pedernal, se formaran verdaderas minas que, aunque superficiales, obligaran ya a tener in situ un asentamiento estacional que cobijara el aparato logístico indispensable para el desarrollo del proceso de extracción.
Situada a unos 7 kms de Lupiana, en el curso de la carretera que parte de la N-320 dirección Valdeavellano, justo en el espolón donde comienza la meseta de Las Majadillas, se divisa el paraje denominado El Castillo, una gran muela o alcarria amesatada que controla la confluencia de los ríos Ungría y Matayeguas. A lo ancho de sus laderas se abren numerosas grietas que han servido a los pastores hasta hace muy poco de refugio para sus ganados, pero que en épocas prehistóricas han debido ser explotadas para la obtención de sílex, mineral del que aun podemos encontrar restos por toda la zona. En ambas vertientes del Castillo se han documentado piezas de talla y numerosos fragmentos de cerámica, algunos de ellos con decoración campaniforme, que nos permiten pensar en la existencia de un poblamiento estacional en época paleolítica, que se prolongaría en el tiempo con toda certeza hasta el Calcolítico y Edad del Bronce. Precisamente muy cerca de allí, ya en el término municipal de Horche, se encuentra la Cueva de La Galiana, concavidad donde se han encontrado restos de cerámicas hechas a mano que demuestran la ocupación de estos parajes por grupos humanos pertenecientes al Bronce Pleno.
Es una verdadera maravilla poder contemplar con nuestros ojos una mina de sílex prehistórica. Y no solo eso, sino que la abundancia que encontramos de este material al visitar el entorno del Castillo nos conduce a la propia práctica de su talla, buscando similitudes, paralelismos o simplemente las sensaciones que experimentaban nuestros antepasados al fabricar las herramientas con sus propias manos. Lector, si no ha tenido ocasión de intentar tallar un canto de sílex, le recomiendo que lo haga, aunque sea por pura actividad lúdica con sus hijos. Verá como no es nada sencillo sacar del núcleo de mineral ni tan siquiera una pequeña lasca, para luego poder planificar un bosquejo de raedera, raspador o punta. ¡Qué nuestros antepasados prehistóricos vivían en un estado de barbarie! Por favor no olvidemos jamás que “somos enanos alzados sobre hombros de gigantes”.
4 comentarios:
Somos enanos alzados sobre hombros de gigantes totalmente cierto me ha gustado mucho este articulo te felicito y seguire leyendo todo lo que aqui publiques
Para Un gran profesor y amigo gracias por enseñarnos a ver las cosas de otro modo muchas gracias
Talvez somos nosotros los que vivimos en un estado de barbarie, supongo que hemos llegado muy lejos pero por el camino ya casi no quedaban piedras...
No conocia esta faceta tuya, aunque era de esperar...nunca podemos dejar de buscar.
La verdad es que pocas veces he leido algo tan acertado... "sobre los hombros de gigantes".
Trabajo en un yacimiento arqueológico, una necrópolis del periodo calcolítico y en muchas ocasiones pienso lo mismo... ¿no seremos nosotros los que vivimos en un estado de barbarie permanente?
los silex de lupiana encontre alguna muestra por los alrrededores del pueblo, son muy blancos y duros de trabajar en crudo como el agata,aproximado pasare a buscar mas este mes antes de navidad y tratare de darle tratamiento termico. gracias a tu escrito encontre el lugar que por cierto leo a menudo gracias por tus publicaciones.
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